viernes, 7 de noviembre de 2008

LUNA 35




Estos son un par de fragmentos independientes entre sí en el momento de pensarlo aunque pertenecientes a una misma realidad de idea, a la misma situación, a la misma circunstancia y casi correlativas en el tiempo, fragmentos que tal vez no identifiquen más que por el pequeño salto que se oberva y que escribí a principios de este año y que por los mismo motivos por los que hasta ahora no los quise sacar de casa hoy lo hago. Sin más.




LUNA 35

Entrar por donde salí,
Salir por donde entré,
Parece sencillo.
Dos momentos y un solo lugar
Escalones que forman una escalera,
Todos en digno complot para hacerte subir,
Y luego bajar.
Parece fácil.
La incertidumbre y el nerviosismo
se van diluyendo en unas gotas de perfume
La tensión se quedó entre cafés y tostadas.



Bea que no es fácil entrar por donde se sale,
y de una manera clara compruebe
que no siempre salir por donde se entra vale,
que no.

Sea quien quiera que sea pasa aunque no se le vea,
Ahogando en el café el sueño y el frío
Aroma fresco al fugaz pasar por la escalera
Como a la noche el rocío,
que sí.

Arrecian vientos que soplan en el hastío
Parecen dolores de veras,
Laten como corazones que son, en medio del lío
Pero no son en realidad más que quimeras.
que no.

Da vida lo que te arranca una sonrisa,
Regala una sonrisa a lo que te da vida,
A veces vamos con demasiada prisa,
Y no vemos lo más sencillo que en nuestras caras anida,
Que no.

Unos van y otros vienen en un incesante pasar a través,
No se pierde nada entre medias,
Lo que aquí pasa, allí propicia... o al revés.
Sé que no dejaré huella,

Pero...al menos, polvo de estrellas.
Entonces salgo entre una fuerte lluvia y respiro
Y tras unos segundos paro y miro, buscando.
Pero no encuentro lo que sigo,
Y es que la Luna sólo sale de vez en cuando.

El Puerto de Santa María, en una tarde cualquiera, allá por el mes de Enero.

sábado, 25 de octubre de 2008

Nos sobran los motivos


"Nos sobran los motivos"
(Joaquín Sabina - Alejo Stivel)



(Introducción)
Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
este nunca, no esconde un "ojalá",
estas cenizas, no juegan con fuego,
este ciego, no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo
estas vísperas, son las de después.

A este ruido, tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón, podrido de latir
este pez ya no muere por tu boca
este loco se va con otra loca
estos ojos no lloran más por ti.

Esta sala de espera sin esperanza,
estas pilas de un timbre que se secó,
este helado de fresa de la venganza,
esta empresa de mudanzas,
con los muebles del amor.

Esta campana muda en el campanario,
esta mitad partida por la mitad,
estos besos de Judas, este calvario,
este look de presidiario,
esta cura de humildad.

Este cambio de acera de tus caderas,
estas ganas de nada, menos de ti,
este arrabal sin grillos en primavera,
ni espaldas con cremallera,
ni anillos de presumir.

Esta casita de muñecas de alcana,
este racimo de pétalos de sal,
este huracán sin ojo que lo gobierne,
este jueves, este viernes,
y el miércoles que vendrá.

No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "condios" a los dos
nos sobran los motivos.

Este museo de arcángeles disecados,
este perro andaluz sin domesticar,
este trono de príncipe destronado,
esta espina de pescado,
esta ruina de Don Juan.

Esta lágrima de hombre de las cavernas,
esta horma del zapato de barbazul,
que poco rato dura la vida eterna,
por el túnel de tus piernas,
entre Córdoba y Maipú.

Esta guitarra cínica y dolorida,
con su terco knock knockin' on heaven's door,
estos labios que saben a despedida,
a vinagre en las heridas
a pañuelo de estación.

Este Land Rover aparcado en tu puerta,
la rueca de Penélope en el Luna Park,
estos dedos que sueñan que te desnudan,
esta caracola viuda
sin la pianola del mar.

El Puerto de Santa María, a 28 de Septiembre de 2008.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Perspectivas



A veces ocurre que vemos cosas diferentes los unos y los otros, estando a pesar de todo dentro de la misma especie, así suele ocurrir que nos encontramos en situaciones tales como que una persona ve un molino donde otra ve un gigante, y sin cambiarnos los zapatos, todos damos por hecho que es el molino lo real y el gigante fruto de la locura, pero de verdad alguno de vosotros se cree suficientemente cuerdo para decirle a otro que no luche contra el gigante que está viendo porque en realidad lo que hay justo delante suya es un molino?
¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?



En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:

—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer, que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.

—Aquellos que allí ves —respondió su amo—, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer . Pero él iba tan puesto en que eran gigantes , que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran, antes iba diciendo en voces altas:—Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.

Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse, lo cual visto por don Quijote, dijo:

—Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.

Y en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en el ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante; y dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo. Acudió Sancho Panza a socorrerle, a todo el correr de su asno, y cuando llegó halló que no se podía menear: tal fue el golpe que dio con él Rocinante.



—¡Válame Dios! —dijo Sancho—. ¿No le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no lo podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?

—Calla, amigo Sancho —respondió don Quijote—, que las cosas de la guerra más que otras están sujetas a continua mudanza ; cuanto más, que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos, por quitarme la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas al cabo al cabo han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada.

—Dios lo haga como puede —respondió Sancho Panza.

Y, ayudándole a levantar, tornó a subir sobre Rocinante, que medio despaldado estaba.


Como ya se habrá dado cuenta quienquiera que esté leyendo esto en este momento el fragmento que recién terminaron de leer corresponde a "El Quijote" y es que hoy es el día que nació Miguel de Cervantes ha ya muchos años. Y elegí este fragmento porque es uno de los más famosos y veo muchas cosas en ese loco que lucha contra los molinos. Espero que ya que perdió su tiempo aquí, disfrute el rato.
Que sepas que desde este lugar aún alguien te recuerda.

El Puerto de Santa María, a 29 de Septiembre de 2008.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Con tu sonrisa me quedo



Porque al final cuando ya todo se desvanece y nada parece haber... con tu sonrisa me quedo.


Descubrimos tantas cosas sin saber vivir

De lo bueno, de lo malo

De principio, a fin

Y es que no puedo negarlo fuiste para mí,

mi canción, mi melodía, mi rosa de abril

Mi rosa de abril

tantas veces fuimos uno, tanto que nos derramamos

Tantas veces en la gloria prometimos no cansarnos,

sin darnos cuenta lo olvidamos

Por eso si te vas, si tu no estás

Con tu sonrisa me quedo

si tu no estás

Cada beso sin aviso, de noche al dormir

Los reproches de costumbre, y tu olor en mí

El invierno improvisado, donde amamos sin pensar

Estarás siempre en lo eterno de mi caminar

Y puede que no hablemos ni un segundo más

Y puede que no quiera y ni quieras pensar

Y puede que encontremos la salida sin tenernos

Por eso si te vas, si tu no estás

Con tu sonrisa me quedo

si tu no estás

Por eso si te vas

Con tu sonrisa me quedo


Por eso si te vas - Manuel Carrasco (Inercia/2008)



El Puerto de Santa María, a 19 de Septiembre de 2008.


martes, 2 de septiembre de 2008

La Vita è Bella



Quien haya visto la película no necesitará más ni una palabra, es de una belleza tan sencilla como podría serlo la vida misma, sutil, dulce, ingenua, como los acordes de su banda sonora, la vida vista como tal vez sólo un niño podría, y es que ya se sabe que sólo de los que son como ellos es el reino de los cielos.
E ir dándonos cuenta así de lo fácil que es ser feliz, de lo poco que se necesita en realidad, de como lo más importante tal vez sea lo más superfluo, de como tan poco es que en realidad no es nada, que para ser feliz uno no necesita más que querer serlo porque jamás nadie podrá quitarte la capacidad de reir, hay sólo que esforzarse un poquito y sonreir, que la risa como dijo Cortázar ha cavado ella sola más túneles que todas las lágrimas del mundo, tener siempre una mueca con que enfrentar lo que sea, una sonrisa que dar para tener siempre una sonrisa que recibir, ver como se aproximan los peores momentos y aún entonces ser capaz de pensar: La vida es bella.

Acabo con esos evocadores acordes que mencionaba anteriormente, compuestos por Nicola Piovani y las letras de las adaptaciones que posteriormente escucharíamos en la voz de Noa o Miguel Bosé.
En general un film para los sentidos de principio a fin, sentimientos de toda clase en todos los planos que trascienden de lo que es meramente la película, a mi me encantó.
LA VIDA ES BELLA (Letra BSO)

Yo
Al verte sonreir
Soy
El niño que ayer fui
Si yo velo por tus sueños
El miedo no vendra y asi sabras lo bello que es vivir
Caen
Mis lagrimas al mar
Tu
No me veras llorar
Es que solo tu alegria
Amanza mi dolor y asi yo se lo bello que es vivir
Si
Mi corazon siempre estara
Donde este tu corazon si tu no dejas de luchar
Y Nunca pierdas la ilusion
Nunca olvides que al final habra un lugar para el amor
Tu
No dejes de jugar
No
No pares de soñar
Que una noche la tristeza
Se ira sin avisar y al fin sabras lo bello que es vivir
Que una noche la tristeza
Se ira sin avisar y al fin sabras lo bello que es vivir
Se ira sin avisar y al fin sabras lo bello que es vivir

BEAUTIFUL THAT WAY (OST Lyrics)

Smile, without a reason why
Love, as if you were a child
Smile, no matter what they tell you
Don’t listen to a word they say
'Cause life is beautiful that way
Tears, a tidal-wave of tears
Light that slowly disappears
Wait, before you close the curtain
There’s still another game to play
And life is beautiful that way
Here, in his eyes forever more
I will always be as close as you remember from before.
Now, that you're out there on your own
Remember, what is real and what we dream is love alone.
Keep the laughter in your eyes
Soon, your long awaited prize
Well forget about our sorrow
And think about a brighter day
'Cause life is beautiful that way

martes, 5 de agosto de 2008

See you in another life.





Y entonces llega el momento que uno anduvo retrasando mientras pudo y que a pesar de todo tanto deseaba que llegara, esa última ocasión que se te es ofrecida, sabiendo lo sorprendentemente relativa que puede ser la palabra última.

Dos cortas miradas cortas dando una a otra la iniciativa, un gesto de extremo con todo el sentido que uno no pueda llegar a imaginar o absolutamente carente de él, un tímido acercamiento definitivo, sin marcha atrás, una mano que se extiende desde sí misma hasta alcanzar levemente un hombro que no es mío, Cuidate mucho, espero que tengas mucha suerte, siendo mejor aún que no la necesites, y que todo te vaya muy bien, porque bien lo mereces. Piel con piel los brazos se enlazan menos fríamente en un triste consentimiento de fin del que no podemos estar muy seguros a pesar de todo. Y la pertinente indiferencia porque no suele ocurrir que se componga en un minuto lo que fuiste derribando minuciosamente durante casi un año. Y ahora me ofrecen buenas palabras y palmaditas en la espalda desde afuera, desde donde el auténtico y verdadero remedio sería posible, incluso todavía. Pero no sólo me tratan de convencer de la cantidad de mar y tierra que hay en el mundo, toda ella disponible, esperándome para que yo decida y escoja, cuanta yo quiera. Pero resulta que a mí sólo me interesan esas dos gotas de agua dulce y esos dos granos de arena que se me escaparon de las manos, que se me escurrieron inevitablemente entre los dedos mientras seguía la caída con mis ojos, hasta que mi vista no dio para más. Y no me quedan ya mas que hologramas.

Una historia a la que había que ponerle el broche, una historia a la que habrá que ponerle el broche.

I’ll miss you sweetheart.
See you in another life, sista’.


El Puerto de Santa María, a 5 de Agosto de 2008.

sábado, 2 de agosto de 2008

Nos vamos juntos


Nos vamos juntos,
haciendo viejos algunos sueños.
Toda la piel

Mordiendo el tiempo,
lamiendo el aire;
Nos buscamos,
Para evitarnos

Y sin embargo, aquí estoy
y sin embargo, no me voy

Vivimos juntos
en infiernos mutuos
en mentiras humanas,
eternas hermanas

Juntos buscamos
la eterna pareja
después de amarnos,
nos odiamos

Y sin embargo, aquí estoy
y sin embargo, no me voy

Me voy yendo como el mar;
lento y salvaje, como tú.
Me voy yendo como el mar;
lento y salvaje, como tú.

Vamos, abrázanos,
para crecer en paz
vamos a olvidarnos de flagelarnos,
para querernos.

Vayamos juntos
Haciendo besos.
Yo te daré mis ojos para que llores

Me voy yendo como el mar
lento y salvaje, como tú
me voy yendo como el mar
lento y salvaje, como tú

Me voy yendo como el mar
lento y salvaje, como tú
me voy yendo como el mar
lento y salvaje como tú.

Nos vamos juntos
- Jaguares

El Puerto de Santa María, a 2 de Agosto de 2008.

jueves, 3 de julio de 2008

Game Over

Pequeños momentos como de otro tiempo, de otro lugar se intercalan suavemente, como una caricia entre las intermitencias de mi sueño, como un ir y venir de recuerdos de algo que todavía no fue y esperanzas de aquello que ya ocurrió. Momentos que me mantienen en una leve tensión latente sobre mis tendones, y mis nervios, y mis venas, y mi sangre. Y que me hacen definitivamente asirme de la vigilia y levantarme, todavía un poco turbado y sin saber muy bien de donde vengo ni a donde voy.

Entonces tras los consabidos instantes de fantaseo y desafío a la unidad del tiempo, pones los pies tras de la puerta de calle y desde ahí ya no necesitas más, es como si ellos te llevaran solos, como si se supiesen el camino, no es preciso pensar qué está pasando si no qué va a pasar, y uno gesticula y habla solo y camina, también camina aunque casi no lo advierta, colegio medio derruido a la izquierda, antigua vía de tren sin más ambición que zapatos y ruedas de bicicleta, obras interminables y arbolitos, tierra y rastrojos, a la derecha la carretera dirigiéndose conscientemente al cementerio, éste casi más derruido que el colegio, paso de cebra, concentración de camiones, un parque siempre solitario, continuidad de los caminos, sol que proyecta más grados de los deseados, una locura creciente conforme los caminos anuncian la llegada, una tranquilidad inmensa, una esquina hacia la izquierda, y en medio de todo sólo dos pies que me han llevado a aquel lugar que hace unos meses no sabía siquiera que existía, y volver la esquina divertido de pensar que esta vez sí, y los nervios como siempre por libre, involuntariamente crecientes, y seguir hacia adelante como con disimulo buscando apenas un color, un penacho colgando de una luna, tres letras, una silueta, cosas que ya estaba acostumbrado a ver y con las que ya me conformaba como una evocación de algo que es y que no tengo y que ahora parece el todo y lo sé y me parece normal, lo peor es tal vez eso, que ahora me parece normal, y seguir hasta la esquina pasando de largo las dos cafeterías que otrora me sirvieran de algo, hasta llegar al supermercado y darme cuenta que no sería necesario esta vez esperar allí hasta el final, agazapado, escondido, esperando el momento oportuno, porque el tiempo se había acabado, la papelería tenía las luces apagadas, la frutería estaba recogiendo las últimas cajas de naranjas y manzanas, la primera cafetería acababa de echar las rejas y la segunda estaba recogiendo las mesas, por las calles ya no andaban las personas que solían, eran otras personas que al igual que a las otras no las había visto nunca pero a estas no las conocía, la luz era otra, salía agua por las ventanas, el ambiente estaba cansado, el colegio lo vi por primera vez cerrado a cal y canto, y entonces sentí que era el final, que este no era ya el lugar que yo conocía, que ya no era mi lugar, como si la situación me ofreciera triste y resignada un pañuelo blanco y yo comprendí que debía recogerlo y marcharme porque ya acabó para mí el juego, ahora es turno para otros espero que con mejor suerte, que pase el siguiente. Pero nada pasa, nada pasó, nada pasará, yo ya lo sabía.

El Puerto de Santa María, a 28 de Junio de 2008.

lunes, 16 de junio de 2008

Romance de los vanos encuentros




Hoy me re-encontré casualmente (entendiendo los límites de la casualidad) con este fragmento de la obra de una vida, conviene no preguntarse por qué se me acercó al recuerdo este poema de Julio Cortázar, y tras leerlo, especialmente, "pienso en el ayer que ataba
con una risa dos sendas,
cuando jamás nos cruzábamos
tú y yo en camino a la escuela." me apeteció sumarlo a este mi pequeño espacio, no se necesitan en realidad más excusas para hacer algo así, por lo tanto creo que no hay más que deba decir.



Romance de los vanos encuentros



No preguntes quién pone en este canto
un alma destinada al sufrimiento
y un pobre corazón que te ama tanto.



I
Bronces de las ocho y media
nos llaman cada mañana
-entre tu casa y mi casa-
de dos cornisas y un breve saludos de camaradas.

¡Estás tan bella, vestida
de crujiente espuma blanca
bajo ese sol de las ocho
que te ciñe y que te alaba!

Sus amarillas saetas
bordan en tu pelo el aura
que me recuerda las leves
imágenes de las santas.

(Pienso que rezarte a ti
tal vez me salvará el alma...)

II
Las campanas matinales
ponen música en la senda
por donde a tu escuela vas,
por donde voy a mi escuela.

Tontamente, tontamente
me vuelve la vieja idea
cada vez que nos cruzamos
en nuestras rutas opuestas:
pienso en el ayer que ataba
con una risa dos sendas,
cuando jamás nos cruzábamos
tú y yo en camino a la escuela.

Con una misma campana,
con una misma existencia,
y por una misma calle
con sol de las ocho y media...
Para nosotros, entonces,
había una sola escuela.

III
La señorita maestra
pasa vestida de blanco ;
en su oscuro pelo duerme
la noche aún, perfumado,
y en lo hondo de sus pupilas
yacen dormidos los astros.

Buenos días señorita
del caminar apurado;
cuando su voz me sonríe
olvido todos los pájaros,
cuando sus ojos me cantan
se torna el día más claro,
y subo la escalinata
un poco como volando,
y a veces digo lecciones.


El Puerto de Santa María, a 16 de Junio de 2008.

jueves, 29 de mayo de 2008

Ha sido un gran honor.


Casi nadie le recuerda, pocos le tienen confianza, viene un poco sólo, intenciones con acento italiano, ilusión, regeneración, suave aroma a novedad, nueva dulce de insólita e irracional de a poco en la esperanza de que a pesar de todo, todo no puede ir si no que a mejor.


Resquicio de paciencia que pronto se perderá y él lo sabe, porque siendo tal vez lo que más se le achaca por entonces, si de algo no está escaso es de experiencia, eyaculaciones de protección solar sobre una piel que de tostada no está ni mucho menos exenta de las quemaduras venideras.

Un juego de rizos en una aparente fragilidad inexistente que se mantiene ante todo sin alteración alguna, negra piel, semblante serio, mejor dicho concentrado, reflexivo, pocas palabras, no las necesita para ser la persona más elocuente del entorno, tampoco para que todos le conozcan y le entiendan dentro de la más absoluta de las perfecciones posibles dentro del bosque físico y químico de pensamientos e ideales.

Se sale de la línea como si buscara ser mirado pero agacha la cabeza, se pone ante los micros de medio mundo y los mira como esperándolos, como desafiándolos, pero luego cuando habla de su boca no sale jamás una palabra provocadora, alguna desde donde se localice un atisbo de ir contra algo o alguien, el respeto, la tolerancia y la elegancia en las formas y más allá en el fondo, son sus señas de identidad en todo momento, uno para todos y pues entonces todos para uno. Engaña a la fiereza de la marabunta exterior deseosa de conflictos que les alimenten con una templanza a veces casi desquiciante, a veces no más que mascullar una canción, y un finísimo sentido del humor, ironía, casi imperceptible, por más que le pasaran el rojo ante sus ojos nunca embistió. Gol de Belletti, saltos de haber enloquecido y lágrimas de emoción. Tan tranquilo como efusivo, natural. Llevó la elegancia del verbo a la moda y nos presentó atuendos de todo tipo marcando la modernidad y detalles menos conocidos de quién es y creemos lejano a eso mismo.

Profundidad de quien se mantuvo siempre en la superficie, coraje de quien peleó siempre hasta el último segundo por conseguir lo que pretendía, honestidad para mantenerse en la lucha luego de saberse seguro perdedor y humildad del que tras de todo reconoce que otros finalmente le superaron, pero siempre con la inconsciencia bien tranquila de tener la absoluta certidumbre de haber intentado respirar aún después de muerto, con la fe de que todavía había una posibilidad, y es que la esperanza es lo último que se pierde y siempre estuvo presente la confianza en lo suyo y los suyos aunque fuera sólo por el mero y preciso hecho de ser suyo, vivir juntos, morir sólo.

Un hombre entero, o íntegro que dirían los más cultivados, adicto a sus pasos dentro de zapatos de holandés de más de metro noventa, siempre por su camino sin desvíos, que con su constante coherencia se acabó ganando incluso a los detractores más voraces y el cariño ya no profesional si no personal que explica que en un mundo así se te reconozca y ovacione tras liderar dos expediciones fracasadas hacia la cima, por encima de las nubes, sin más palabras que las justas, para ponerle la ideal banda sonora a su incunable obra de arte, una obra que tal vez prematuramente finaliza cinco años más tarde de haberse iniciado y que entre el “I have a Dream/ MLK” y “Es un somni fet realitat” vivió su esplendor pero los reflejos más allá de la sombra y la penumbra nunca, jamás desaparecerán. El resto todos lo saben o fácilmente pueden saberlo.

Frank nunca más te des la vuelta, quédate así de espaldas, como estás, mientras caminas despacio hacia adelante no sabemos muy bien donde pero allí al fondo se ve luz. Tal vez estoy desvariando.

El gran honor ha sido nuestro.

Hartelijk dank! en Het beste!, Frankie.


El Puerto de Santa María, a 29 de Mayo de 2008.

viernes, 16 de mayo de 2008

De aquí y de allá

Lo sé, pero entiende que es difícil volver al lugar del que viniste cuando entiendes que vas expresamente a hablar, cuando acudes con la leve aquiescencia de ser arrojado al confesionario, no con mala intención, no sin mala intención, no con intención de hecho. Sabiendo que no hay nada nuevo que aportar, que desde la última vez que hablamos no cambió nada, nada al menos que pueda explicar, así con palabras al vuelo, en un momento. Que entre gol y gol, apenas un libro de aquel argentino que habla raro, una película, algún trozo de sueños diferentes, un paseo como de locos, buscando algo que no está, un mensaje que no llega, una palabra, una sonrisa en la cara de la persona que no es la persona que tu esperas, un límite de velocidad, tres puntos menos, powerpoints tratando de ayudar en algo, otro capítulo de Lost, yo delante del ordenador entre delicuescentes imágenes de algo que va y viene hasta que se disuelve por completo en acordes de alguna dulce balada o solos de guitarra de Brian May, naranja y limón, agridulce sinfonía tras de nuestros ojos . Al fondo, allá en la pared, la sombra amenazante de la nueva labor que aguarda pacientemente, consciente de que arrivará un día u otro y de que traerá tanto de dicha como de desdicha, así como el que crea su castillo de arena para luego de observar orgulloso su obra, derribarlo con desprecio, con saña, esbozando una malévola sonrisa de creador, sabedor de su poder de quitar lo que en otro momento dio. Pero no importa porque vivimos, under pressure. En mi mano izquierda fluye la sangre entre mis dedos, mientras sostengo un ticket de metro parisino en la otra. Café caliente, ardiente. Y es que no puedo estar muy seguro de nada, ...
Pero creo que todo está igual por aquí, ¿o no?.



El Puerto de Santa María, a 16 de Mayo de 2008.

martes, 6 de mayo de 2008

What's it gonna be?

Nunca creí muy cierto el manido problema de la complejidad de las mujeres, para mí no fue nunca más que un intento de enmascarar la incapacidad de los hombres, pero esto son no más que tópicos, es decir, grandes mentiras bien untadas en su correspondiente tostada.

Sin embargo, hoy me sentí bastante incapaz, me siento un poco contrariado cuando un día alguien conversa alegremente conmigo sobre sus impresiones al llegar acá a mi ciudad y sobre como solía ser antes cuando vivía un poco más allá, canis y merdes con origen etimológico brevemente incluido, y luego va progresivamente prefiriendo otros acompañantes de diálogos, pero de repente un día me siento a su lado en un café y me habla de algunos de sus por fortuna resueltos problemas y casi acordamos tácitamente realizar un viaje a París al cual si bien no me invitan directamente sí que se ocupa explícitamente de no hacerme sentir excluido, pero de nuevo comienza a bajar la cabeza y a huir como esquiva de pasar siquiera unos minutos en mi compañía y la del aire, hasta que de nuevo me sonríe al despedirme hasta el siguiente día dándome ese precioso regalo al tiempo que me encela verla hablar animosa con una compañera hasta que empieza el siguiente turno, ávido de ser yo quien la tuviera en frente, porque es entonces cuando siento que desperdicio cada segundo que no pongo mi mirada en la suya, disfrutando de sus intensos satélites, cada segundo que no observo la caída de su negra cascada de tirabuzones, cada segundo que no contemplo su deliciosa boca sonriente, encabritando mis sentidos una y otra vez sobre la playa de su quietud de fina y clara arena, cada segundo que sus gestos como de dulce de leche, de agua fresca del manantial de la juventud no se posan bajo mis párpados allá bien al fondo en mi retina donde queden para siempre bien guardados en mi memoria, esos mismos que la acercan tanto a mí y que son tal vez los que al mismo tiempo la alejan, en un juego de fuerzas, atracciones y enlaces. No se puede todo, y lo sé, pero desde luego yo sólo tengo ojos para ti.Tal vez lo peor es que sí que se dio cuenta, que sí que lo notó, algo que tal vez mañana sea lo mejor. Y aún no se terminó, What’s it gonna be?


SÓLO TENGO OJOS PARA TÍ

Sólo tengo ojos para tí
no te das cuenta, no lo has notado
Y te quiero más de lo que hoy puedo decir
Sólo tengo ojos para tí

Sólo busco el tiempo para tí
vaya manía de estar a tu lado
y lo eterno cabe, en tu minuto enamorado
Sólo tengo ojos para tí

Te veré como siempre en el rincón
donde guardo el corazón y tan sólo vives tú
y aunque el mar pierda una orilla
y el comienzo su partida
sólo tendré ojos para tí.

Sólo tengo ojos para tí
no de das cuenta, no lo has notado
Y te quiero más de lo que hoy puedo decir
Sólo tengo ojos para tí

Te veré como siempre en el rincón
donde guardo el corazón y tan sólo vives tú
y aunque el mar pierda una orilla
y el comienzo su partida
sólo tendré ojos para tí.

Sólo tengo ojos para tí
Sólo tengo ojos para tí
Juan Luis Guerra


El Puerto de Santa María, a 6 de Mayo de 2008.

lunes, 28 de abril de 2008

Toíto Cai lo traigo andao


De algún modo sentí que toíto Cai lo traigo andao, uno se lleva de repende las manos a la cabeza siendo los pies los que tiene destrozados de caminar, son pasos que se dan con los pies pero vienen de más arriba, uno anda como buscando y como quiera que no encuentra continua hasta que se da cuenta de que el Sol ya cayó y todavía en resistencia particular acompaño un ratito más a las estrellas que ya se asoman desde los algodonales más y más oscuros cada vez mientras sigo esperando la Luna que no aparece, es hora de dejarlo ya para otro día.
Pero la búsqueda no termina, al menos no termina ahí, y sé que acabaré encontrando, pero seguramente ni siquiera entonces la búsqueda habrá terminado, sólo que hoy me dio por ahí...

TOÍTO CAI LO TRAIGO ANDAO

Ay! al revuelo de tu falda

qué fresquito es el verano

dame tu boca de limonada

y cura mis labios que están quemados


Ay! qué me importa a mí el levante

si nos vamos por la orilla

yo vivo el sueño del navegante

y sueño que te llevo la sombrilla


Y a la magia de las velas

no hay estrella que te iguale

cuando la sangre se desordena

atrapa mi corazón que se sale


Y en las cumbres de tu cuerpo

se enreda toda la luna

y más allá ya todo es incierto

bendita verdad si tú te desnudas


Ay! toíto Cai lo traigo andao

desde El Puerto hasta Azahara

tengo la fiebre del alunao

sería el delirio si me besaras


Ay! toíto Cai y lo que queda

me lo traigo cavilao

que ya no hay brisa sin tu melena

qué rica la sombra que hay a tu lao

qué rica la sombra que hay a tu lao


Tú, pero tienes la costumbre

de poner agua por medio

dónde está el faro que a ti te alumbre

y dónde la isla de tu misterio


Y de repente ya te has ido

más allá del rompeolas

sola en la tierra y en la mar sola

no sé si te tengo o si te he perdido


Ay! toíto Cai lo traigo andao

desde El Puerto hasta Azahara

tengo la fiebre del alunao

sería el delirio si me besaras


Ay! toíto Cai y lo que queda

me lo traigo cavilao

que ya no hay brisa sin tu melena

qué rica la sombra que hay a tu lao

qué rica la sombra que hay a tu lao

qué rica la sombra que hay a tu lao

qué rica la sombra que hay a tu lao


Javier Ruibal



El Puerto de Santa María, a 28 de Abril de 2008.

miércoles, 23 de abril de 2008

¿Encontraría a la Maga?


DEL LADO DE ALLÁ

¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo
por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y
olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada
se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces
detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la
calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la
Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual
era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la
misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el
tubo de dentífrico.
Pero ella no estaría ahora en el puente. Su fina cara de translúcida piel se
asomaría a viejos portales en el ghetto del Marais, quizá estuviera charlando con
una vendedora de papas fritas o comiendo una salchicha caliente en el boulevard
de Sébastopol. De todas maneras subí hasta el puente, y la Maga no estaba.
Ahora la Maga no estaba en mi camino, y aunque conocíamos nuestros
domicilios, cada hueco de nuestras dos habitaciones de falsos estudiantes en
París, cada tarjeta postal abriendo una ventanita Braque o Ghirlandaio o Max
Ernst contra las molduras baratas y los papeles chillones, aun así no nos
buscaríamos en nuestras casas. Preferíamos encontrarnos en el puente, en la
terraza de un café, en un cine-club o agachados junto a un gato en cualquier
patio del barrio latino. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos
para encontrarnos. Oh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un
silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse
tristemente, como un paraguas mojado que se cierra. Justamente un paraguas,
Maga, te acordarías quizá de aquel paraguas viejo que sacrificamos en un
barranco del Parc Montsouris, un atardecer helado de marzo. Lo tiramos porque
lo habías encontrado en la Place de la Concorde, ya un poco roto, y lo usaste
muchísimo, sobre todo para meterlo en las costillas de la gente en el metro y en
los autobuses, siempre torpe y distraída y pensando en pájaros pintos o en un
dibujito que hacían dos moscas en el techo del coche, y aquella tarde cayó un
chaparrón y vos quisiste abrir orgullosa tu paraguas cuando entrábamos en el
parque, y en tu mano se armó una catástrofe de relámpagos fríos y nubes negras,
jirones de tela destrozada cayendo entre destellos de varillas desencajadas, y nos reíamos como locos mientras nos empapábamos, pensando que un paraguas
encontrado en una plaza debía morir dignamente en un parque, no podía entrar
en el ciclo innoble del tacho de basura o del cordón de la vereda; entonces yo lo
arrollé lo mejor posible, lo llevamos hasta lo alto del parque, cerca del puentecito
sobre el ferrocarril, y desde allí lo tiré con todas mis fuerzas al fondo de la
barranca de césped mojado mientras vos proferías un grito donde vagamente
creí reconocer una imprecación de walkyria. Y en el fondo del barranco se
hundió como un barco que sucumbe al agua verde, al agua verde y procelosa, a
la mer qui est plus félonesse en été qu’en hiver, a la ola pérfida, Maga, según
enumeraciones que detallamos largo rato, enamorados de Joinville y del parque,
abrazados y semejantes a árboles mojados o a actores de cine de alguna pésima
película húngara. Y quedó entre el pasto, mínimo y negro, como un insecto
pisoteado. Y no se movía, ninguno de sus resortes se estiraba como antes.
Terminado. Se acabó. Oh Maga, y no estábamos contentos.
¿Qué venía yo a hacer al Pont des Arts? Me parece que ese jueves de
diciembre tenía pensado cruzar a la orilla derecha y beber vino en el cafecito de
la rue des Lombards donde madame Léonie me mira la palma de la mano y me
anuncia viajes y sorpresas. Nunca te llevé a que madame Léonie te mirara la
palma de la mano, a lo mejor tuve miedo de que leyera en tu mano alguna
verdad sobre mí, porque fuiste siempre un espejo terrible, una espantosa
máquina de repeticiones, y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de
pie delante de vos, con una flor amarilla en la mano, y vos sostenías dos velas
verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lenta lluvia de renuncias y
despedidas y tickets de metro.

Julio Cortázar - Rayuela


Hoy, como ayer, me veo con ganas de sumarme a esos festejos o celebraciones en las que la gente participa más por la inercia de la tradición que te hace sentir un poco como obligado, en este caso a comprar un libro o una rosa, o todavía mejor, las dos cosas, ¿por qué no?
Y en un día en el que se trata en cierto modo de una fiesta del libro, de las palabras, de la literatura, de la cultura, a mi no se me ocurrió nada mejor que usar las líneas con las que mi querido y admirado y cada vez más Julio Cortázar se decidió a iniciar esta enorme rapsodia alegórica, tan suave, tan dulce, tan magistralmente. No publiqué todo el capítulo porque pensé que iba a resultar un poco largo pero en serio, no les descubro nada si les digo que merece la pena seguir rociándose de esta fragancia de sentimientos como de habano, mate, jazz y agua de rosas.
Disfrútenlo no merecen otra cosa.

PD: No puedo dejar de acordarme en un día como hoy de William Shakespeare y sobre todo de Miguel de Cervantes, aunque sólo sea por haberme iniciado en este fascinante mundo de la literatura con su Quijote, y por un patriotismo justificado, es que soy español saben.
Y ahora que me acuerdo quiero acordarme también, de una profesora de literatura que un día tuve y que me descubrió sin ella saberlo esta maravilla y tantas cosas más, y que tras tantos años y páginas amarillentas y todavía sin ella saberlo sigue enseñándome desde la distancia, todavía sigue siendo mi profesora.

El Puerto de Santa María, a 23 de Abril de 2008.

martes, 22 de abril de 2008

Earth Day


"Earth Song"

What about sunrise
What about rain
What about all the things
That you said we were to gain...
What about killing fields
Is there a time
What about all the things
That you said was yours and mine...
Did you ever stop to notice
All the blood we've shed before
Did you ever stop to notice
The crying Earth the weeping shores?

Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah
Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah

What have we done to the world
Look what we've done
What about all the peace
That you pledge your only son...
What about flowering fields
Is there a time
What about all the dreams
That you said was yours and mine...
Did you ever stop to notice
All the children dead from war
Did you ever stop to notice
The crying Earth the weeping shores

Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah
Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah

I used to dream
I used to glance beyond the stars
Now I don't know where we are
Although I know we've drifted far

Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah
Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah
Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah
Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah

Hey, what about yesterday
(What about us)
What about the seas
(What about us)
The heavens are falling down
(What about us)
I can't even breathe
(What about us)
What about apathy
(What about us)
I need you
(What about us)
What about nature's worth
(ooo, ooo)
It's our planet's womb
(What about us)
What about animals
(What about it)
We've turned kingdoms to dust
(What about us)
What about elephants
(What about us)
Have we lost their trust
(What about us)
What about crying whales
(What about us)
We're ravaging the seas
(What about us)
What about forest trails
(ooo, ooo)
Burnt despite our pleas
(What about us)
What about the holy land
(What about it)
Torn apart by creed
(What about us)
What about the common man
(What about us)
Can't we set him free
(What about us)
What about children dying
(What about us)
Can't you hear them cry
(What about us)
Where did we go wrong
(ooo, ooo)
Someone tell me why
(What about us)
What about babies
(What about it)
What about the days
(What about us)
What about all their joy
(What about us)
What about the man
(What about us)
What about the crying man
(What about us)
What about Abraham
(What was us)
What about death again
(ooo, ooo)
Do we give a damn

Aaaaaaaaah Aaaaaaaaah

Michael Jackson



Hoy, día 22 de Abril es el día que internacionalmente se usa como excusa para acordarse de nuestro planeta, Earth Day se le llama y aunque estas causas no son desgraciadamente abarcables ni solucionables en el transcurso de unas insuficientes veinticuatro horas, yo me sumo a la reivindicación con la esperanza, aunque no gran convicción de que nos sirva para prolongarse en nuestras vidas, no soy fatalista, ni mucho menos derrotista, no me uno a los emisarios del desafuero pero está claro que debemos y tenemos que hacer más, las grandes cabezas o cabezas garndes que pretenden representarnos y más aún guiarnos no lo harán por nosotros, aún estamos a tiempo...




Madre Tierra - Macaco
http://es.youtube.com/watch?v=7S3H_Zymqcg&feature=related



El Puerto de Santa María, a 22 de Abril de 2008.


viernes, 18 de abril de 2008




A VECES


A veces soy tormenta de verano
A veces dejo todo mi mundo en sus manos
Y a veces soledad

A veces soy río anhelando su mar
A veces sonrío olvidando todos mis problemas
Y a veces quiero jugar

Y hay tantas cosas que me importan
Y otras que olvidé a toda costa
Muchas verdades que aun me cuesta mencionar

Cuando mi mundo se convierte en una noria…
Cada segundo es una historia
Qué me importara ya el qué dirán
No saben como soy
Yo soy como soy….

A veces quiero ser un vagabundo
A veces necesito que me quiera todo el mundo
Y a veces quiero más

A veces me desnudo sin temor al amor
A veces me oculto tras una armadura de hierro
Y a veces provoco dolor

Y hay tantas cosas en mi memoria
Momentos de pena y de victoria
Muchas mentiras que aun retengo en soledad

Cuando mi mundo se convierte en una noria…
Cada segundo es una historia
Qué me importara ya el qué dirán
No saben como soy
Yo soy como soy….

Beth Rodergas - A veces (My own way home)


El Puerto de Santa María, a 18 de Abril de 2008.

Un día normal




Cada vez que podía pasaba por la acera de enfrente al colegio al que iba todos los lunes y miércoles a estudiar, así era él, tenía que hacer esa especie de tontería inevitable. No importaba, realmente no importaba las excusas que tuviera que poner, los kilómetros que necesitara recorrer o las sensaciones que dejara entre los que advirtieran sus maniobras porque estaba todo perfectamente urdido.

Un día cualquiera uno de repente sentía que tuvo poco, que con sus afelpados documentos oníricos no tenía bastante ya, y precisaba de refrescar sus pensamientos permanentes de sus cosas con un nuevo regalo para sus sentidos, algo que se agradecería debidamente por retina, por tímpano, por yunque, por martillo, por estribo y que debía ser un paso más para acercarse desde uno mismo sin moverse de donde estaba a ese preciso rincón de tu almohada, tener tu mano más cerca, que tengas más cerca mi mano, sentir que así es.


Entonces allí parado, o no totalmente parado por aquello de que aún había gente por allí y no se quería parecer tonto por completo, esperaba con ansia y gran concentración el momento en que se hiciera la luz, en que cruzara la pasarela, pareciera que hasta el canto de los pájaros que no había, el rugir de motores de coches que no pasaron, la luz de las farolas que allí no alumbraban le hacían el pasillo, se echaban a un lado, le tendían la alfombra roja para que ella la pisara con inocencia, con toda la inconsciente naturalidad de quien pareciera ser la única en no conocer la ceremonia, o tal vez sería que era él el único en advertirla.

En cualquier modo, ese era el momento del relámpago, la señal que había esperado pacientemente impaciente, no tenía ya tiempo de pensar, ni siquiera de arrepentirse, era muy sencillo en realidad, toda la labor era pasar, sí sólo eso seguir la acera hacia adelante midiendo, eso sí, el ritmo para no llegar tan tarde que se fuera ni tan pronto que me fuera yo. Y ahora sí cruzar por su lado, pasar por delante, ese pequeño instante tan grande para él, ese momento de volver tu mirada hacia la suya y sentir que te vio y puso cara de asombro, pero asombro contento, no asombro asustado, ni contrariado, ni enojado, ni de ningún otro tipo y entonces él poner cara como de ¿hombre, pero cómo tú por aquí?, y levantar su mano a través de la luna de su coche y él corresponderle de igual modo, y regalarme su sonrisa y sus astros y por un solo instante, antes de con tristeza y alegría tener que volver a mirar hacia adelante mientras oía el sonido del motor que la llevaba de a poco a su destino, y seguir su rastro hasta perderlo como a una estrella fugaz, para quizás por última vez, quién sabe, quién puede saber, ver el cielo estrellado entre cristales y moléculas de aire, qué dulce constelación.




El Puerto de Santa María, a 18 de Abril de 2008.



lunes, 7 de abril de 2008

Río abajo






Río abajo corre el agua
rio abajo, rumbo al mar
desde el puente
veo el agua del río pasar y pasar
miro abajo y río
de verme pensar :
que yo soy el agua
y tu la ley de gravedad
la vida es larga y yo voy a seguir
camino de tus brazos
si el río corre, no puede más que ir
río abajo
río abajo, y vamos,
que la vida es un tobogán
duele menos soltar la baranda
y dejarse llevar
como el agua del río
camino del mar
y es que yo, soy de hierro
cuando tu eres un imán
el agua da rodeos y al fin termina
siempre por abrirse paso
vendrás, tarde o temprano hasta mí,
yo sé,
yo soy tu mar y tu vas río abajo.



Río Abajo (La Edad del Cielo) - Jorge Drexler



En realidad, no me siento en este momento con capacidad, ni ánimo para añadir nada más a lo que "el doctorsito de Montevideo" dice ya en esta canción que ya había escuchado alguna que otra vez pero aunque he de suponer que la voz de Jorge la canta siempre igual dentro de su disco, anoche mientras la escuchaba de repente yo la oí diferente. Simplemente, sencillamente dulcemente diferente, un acomodamiento de melodías debajo de la almohada de sentimientos y plumas, sin más que decir que lo que dice. Tan solo puedo pedir que mientras se lea se escuche, merece la pena. Aunque tal vez no os provoque y evoque lo que a mí , eso no puede saberse, ni se sabrá.

El Puerto de Santa María, a 7 de Abril de 2008.







miércoles, 26 de marzo de 2008

Vestir una sombra




Vestir una sombra


Lo más difícil es cercarla, conocer su límite allí donde se enlaza con la penumbra al borde de sí misma. Escogerla entre tantas otras, apartarla de la luz que toda sombra respira sigilosa, peligrosamente.Empezar entonces a vestirla como distraído, sin moverse demasiado, sin asustarla o disolverla: operación inicial donde la nada se agazapa en cada gesto. La ropa interior, el transparente corpiño, las medias que dibujan un ascenso sedoso hacia los muslos. Todo lo consentirá en su momentánea ignorancia, como si todavía creyera estar jugando con otra sombra, pero bruscamente se inquietará cuando la falda ciña su cintura y sienta los dedos que abotonan la blusa entre los senos, rozando la garganta que se alza hasta perderse en un oscuro surtidor. Rechazará el gesto de coronarla con la peluca de flotante pelo rubio (¡ese halo tembloroso rodeando un rostro inexistente!) y habrá que apresurarse a dibujar la boca con la brasa del cigarrillo, deslizar sortijas y pulseras para darle esas manos con que resistirá inciertamente mientras los labios apenas nacidos murmuran el plañido inmemorial de quien despierta al mundo. Faltarán los ojos, que han de brotar de las lágrimas, la sombra por sí misma completándose para mejor luchar, para negarse. Inútilmente conmovedora cuando el mismo impulso que la vistió, la misma sed de verla asomar perfecta del confuso espacio, la envuelva en su juncal de caricias, comience a desnudarla, a descubrir, por primera vez su forma que vanamente busca cobijarse tras manos y súplicas, cediendo lentamente a la caída entre un brillar de anillos que rasgan en el aire sus luciérnagas húmedas.

“Vestir una sombra” de Último Round.

Julio Cortázar


Justamente así me parece estar algunas veces, como quién viste una sombra.
Creo haberla visto y fijo la mirada con mucho recelo y una sonrisa medio contenida como cuando ves un mosquito y sientes que ya lo tienes.
Entonces me acerco sigiloso porque no soy capaz de hacerlo de otra manera, créanme lo haría si pudiera. Y entonces no se mueve, te mira impasible esperando que tú hagas algo, parece que te desafíe, pero no, enseguida la ves tan inocente que te das cuenta que ni tan siquiera se le habría ocurrido desafiar a nadie.
Entonces ya no tengo nada que me una a ella, lo busco, desesperadamente lo busco pero de mis sequísimas seseras no sale ya nada que sirva a mi descosido hilo de voz y no puedo más que marcharme sin asirla.
Uno se aleja y sin mirar por miedo aún a convertirse en estatua de sal o columna de humo, sabe que ella estará allí, porque lo sabe pero no puede hacer nada y entonces sientes que está tan cerca que no podría estar más lejos y que es tan fácil de hacer que serías capaz de coger unas gotas de mercurio del termómetro que rompiste ayer, abrir el grillo y llevarte un poco de agua entre las manos, o vestir una sombra con mimo y cuidado porque todo es parte de una misma cosa. Porque las cosas más difíciles son a veces tanto más sencillas que las que creemos sencillas en verdad, y nada es imposible mientras no tengamos conciencia de ello.

Diría muchas más cosas pero creo que por hoy es suficiente, además aunque parezca mentira Cortázar describe mis sentimientos incluso mejor que yo mismo en muchas ocasiones, y esta es una de ellas.



El Puerto de Santa María, a 26 de Marzo de 2008.