sábado, 25 de octubre de 2008

Nos sobran los motivos


"Nos sobran los motivos"
(Joaquín Sabina - Alejo Stivel)



(Introducción)
Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
este nunca, no esconde un "ojalá",
estas cenizas, no juegan con fuego,
este ciego, no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo
estas vísperas, son las de después.

A este ruido, tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón, podrido de latir
este pez ya no muere por tu boca
este loco se va con otra loca
estos ojos no lloran más por ti.

Esta sala de espera sin esperanza,
estas pilas de un timbre que se secó,
este helado de fresa de la venganza,
esta empresa de mudanzas,
con los muebles del amor.

Esta campana muda en el campanario,
esta mitad partida por la mitad,
estos besos de Judas, este calvario,
este look de presidiario,
esta cura de humildad.

Este cambio de acera de tus caderas,
estas ganas de nada, menos de ti,
este arrabal sin grillos en primavera,
ni espaldas con cremallera,
ni anillos de presumir.

Esta casita de muñecas de alcana,
este racimo de pétalos de sal,
este huracán sin ojo que lo gobierne,
este jueves, este viernes,
y el miércoles que vendrá.

No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "condios" a los dos
nos sobran los motivos.

Este museo de arcángeles disecados,
este perro andaluz sin domesticar,
este trono de príncipe destronado,
esta espina de pescado,
esta ruina de Don Juan.

Esta lágrima de hombre de las cavernas,
esta horma del zapato de barbazul,
que poco rato dura la vida eterna,
por el túnel de tus piernas,
entre Córdoba y Maipú.

Esta guitarra cínica y dolorida,
con su terco knock knockin' on heaven's door,
estos labios que saben a despedida,
a vinagre en las heridas
a pañuelo de estación.

Este Land Rover aparcado en tu puerta,
la rueca de Penélope en el Luna Park,
estos dedos que sueñan que te desnudan,
esta caracola viuda
sin la pianola del mar.

El Puerto de Santa María, a 28 de Septiembre de 2008.

2 comentarios:

Maga dijo...

(me encanta Sabina. Siempre y para algo sobrarán los motivos...)

¡Hola!(y al punto)
de Octavio Paz no he leído mucho así que no estoy facultada para recomendar pero sí te puedo decir que "El arco y la lira" y "El laberinto de la soledad" son textos de mi agrado, el primero por explicar la poesía desde el corazón de la misma y no desde lo técnico y el segundo, por retratar al mexicano-mexicana y por extensión y en algunos casos, al latinoaméricano-latinoaméricana.
Lo que a Kundera respecta, algo leí por ahí que lo dejaba como un delator y más allá de eso sólo puedo decirte: espero disfrutes (en todo sentido) "La insoportable levedad del ser"

¡Saludos!

Yolanda dijo...

Ay, me has dado en mi punto flaco, el inefable Sabina, tan golfo él, tan inefable, tan lírico y canalla a la vez... Le disfruté con Serrat en directo y sus discos son los más escuchados en mi casa. Siempre atina, siempre es diferente. Qué lujo poder compartir esta época con gente así...
www.unamaestrafeliz.blogspot.com