domingo, 27 de septiembre de 2009

Otoño...


Otoño

En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.

Octavio Paz

2 comentarios:

Maga dijo...

"manos que sueñan pájaros..." Me gustó ese verso, me da la impresión de libertad. Personalmente no me agrada el invierno porque oficializa en fin de mi estación favorita, pero el otoño desde la perspectiva de Paz, hasta me convence.

PD:Un chiste literario que me contaron en la universidad. La poesía mexicana descansa en Paz...jaja.

C. dijo...

Maca,

no nos conocemos, verdad? en fin, gracias por tu comentario. Hacía tiempo que no quería entrar en el blog (demasiados textos, recuerdos) y justo hoy me encuentro con un comentario nuevo, gracias.

:)

C.